Antes de todo esto es una batería de frases desacompasadas, sin ninguna cohesión entre ellas o una unidad coherente, al gusto del lector que saboree o escupa las aquí presentes.
Siente su hálito brotar bajo tu nuca.
Entre caricias con aroma de agua de mar, y pellizcos con sabor a sal.
Trasnochemos.
Nos encontraremos al alba.
Y que tenemos tiempo para todo. Para vivir, actuar, soñar y sonreir.
Guíame hasta lugares insospechados, y allí, contamíname con tu olor.
Y pertenecer al bando de los olvidados.
Tatuémonos las ojeras, actuales y futuras compañeras.
Ódiame despacio para respirarlo lento.
Gélidas brasas en el epicentro de la hoguera.
Y sigue contando primaveras pequeña, que en todas ellas salen flores y brilla el sol.
Y ahora corre, huye, escapa.
Vuela.
Aunque no huyas.
Pero quédate.
Calla.
Escucha el silencio. Tu silencio
Cállalo y siéntelo. Grítalo. Vívelo.
Echando de menos el olor a tinta.
Echando de más el noparar.
Relax pequeña, que todo llega y todo acaba.
Y ahora solo queda volver a impregnarme entre cientos de folios que ni narran mi nombre, ni mi historia.