Hablas de mi como aquel pasajero muerto que quedó tras esa
cuneta, vestido de rojo al caer la noche. Funesto como aquel recuerdo del alba
donde pace sin rencor.
Vivo, mas ahora inerte.
¿quién recordará ahora sus hazañas? ¿ donde perdurarán?
Su lápida jamás llegó a existir. ¿Su vida? Si cesó tras la
parada de su latir.
Junto a sus restos encontraron su libro, el cual tomaba por
bandera.
Un libro en blanco aun por
escribir. Contaba su historia aun invisible a los ojos humanos
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