jueves, 1 de agosto de 2013

Perdido.

Hablas de mi como aquel pasajero muerto que quedó tras esa cuneta, vestido de rojo al caer la noche. Funesto como aquel recuerdo del alba donde pace sin rencor.
Vivo, mas ahora inerte.
¿quién recordará ahora sus hazañas? ¿ donde perdurarán?
Su lápida jamás llegó a existir. ¿Su vida? Si cesó tras la parada de su latir.
Junto a sus restos encontraron su libro, el cual tomaba por bandera.

Un libro en blanco aun por escribir. Contaba su historia aun invisible a los ojos humanos

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